jueves, 15 de abril de 2010

El trabajo.

Yo respeto los callos de las manos. Son un título de nobleza. Yo mismo los he tenido, porque noble es verdaderamente aquel que trabaja, noble es verdaderamente el que produce, el que lleva su piedra, por modesta que sea, al edificio de la Patria. Y la Patria que soñamos es la Patria donde todos trabajan y donde no existen parásitos.

Benito Mussolini.

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