martes, 21 de febrero de 2012

La reforma laboral, capitalismo salvaje.

Lo ha confesado paladinamente la ultra liberal Esperanza Aguirre: “hay que hacer una Reforma Laboral porque la legislación vigente es franquista, obsoleta y anticuada”. Los políticos del sistema democrático llevan décadas socavando el Estado Social y de Derecho construido durante el Régimen de Francisco Franco, Caudillo de España.

La Reforma Laboral del PP consagra el despido libre y barato, la desprotección del trabajador, la inseguridad jurídica, la pérdida de los derechos adquiridos y la caída del trabajador en los negros abismos de la explotación y la esclavitud.

El PP destruye el franquismo, que no son sus monumentos, por importantes y simbólicos que sean, sino su clase media, la Justicia Social, el imperio de la Ley y del Derecho, la inserción social de todos los españoles.

Enfeudados al mundialismo, a los tecnócratas de Bruselas, a los poderes ocultos, estos políticos que se sientan en las Cortes son la negación y la traición del patriotismo, de la justicia y de la civilización occidental y cristiana. Condenan al pueblo español a la pobreza y a la desmembración social, histórica y política.

Sólo falta que arruinen y quiebren la Seguridad Social, dejándola en mera beneficencia supletoria de quienes no puedan costearse medicina y pensiones privadas. Y que dinamiten los pantanos, so pretexto de ecología. Así habrán terminado los bárbaros demócratas con el franquismo, que fue católico, tradicional, social y representativo.

Frente a tanto dislate del “pensamiento único” que ha impuesto la dictadura financiera y al margen de unos sindicatos oficialistas, uncidos como bueyes al carro del sistema, simplemente reivindicativos, no de participación, nosotros seguimos creyendo en las soluciones de la Tradición Española y del Nacional-Sindicalismo:

- Participación de los trabajadores en la propiedad, gestión y dirección de las empresas. Los trabajadores deben estar en los consejos de administración.

- Cesión a los trabajadores de la propiedad de la empresa en caso de insolvencia, con auditoría de la gestión anterior.

- Fin de las deslocalizaciones, prohibiendo la inversión en países con mano de obra barata para fabricar o producir lo mismo, desinvirtiendo y dejando en el paro a los trabajadores españoles.

- Protección fiscal y arancelaria frente a la competencia desleal de las importaciones.

- Planes de viabilidad para empresas en crisis, con desgravaciones fiscales.

- Fomento de los contratos de sustitución, especialmente entre familiares, con deducciones fiscales y sociales para empresas y trabajadores que los realicen

- Suspensión o aplazamiento de pagos en casos de desahucio de la vivienda familiar.

- Cajas de ahorro en manos de los trabajadores y ahorradores, echando fuera a los políticos que las han arruinado obligándolas a invertir en proyectos faraónicos para el lucimiento, el interés o el lucro mediante comisión de los políticos y sus amigotes y familiares.

- Drástica limitación de las autonomías y de organismos públicos, reduciendo el funcionariado por vías vegetativas y de reasignación de funciones o pase al sector privado.

- Creación de la Tarea Nacional para todos los parados, empleándolos en cuidado de ancianos e impedidos, repoblación forestal, vigilancia, educación, construcción de vías públicas y servicios.

- Incentivación de la repatriación de inmigrantes sin trabajo, procurando su inserción laboral en el país de origen.

Por la Patria, el Pan y la Justicia.

José Luis Corral
Jefe Nacional del Movimiento Católico Español y de Acción Juvenil Española.

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