Quien no llora no mama.

Los andrajosos, bastardos, cobardes y piojosos que estuvieron intimidando, agrediendo e insultando a los jóvenes peregrinos, sacerdotes, monjas y católicos en general, que estuvieron en Madrid con motivo de la JMJ. Andan berreando, lloriqueando y muy indigandos todos ellos, por una supuesta violencia policial desproporcionada hacia ellos. Claman contra la Delegación del Gobierno y hasta con su amo Rubalcaba.

Han debido olvidar esta piara, quizá por el excesivo consumo de canutos y otras sustancias o especias, que esa misma policía, esa misma Delegación del Gobierno y ese mismo amo, el cual controla el Gobierno y el Ministerio del Interior en la sombra, permitieron concentraciones ilegales, reventar la jornadas de reflexión el 15 de mayo, manifestarse sin autorizaciones, acampar como si la ciudad fuera suya en cualquier plaza, parque, con total impunidad.