miércoles, 24 de agosto de 2011

La visita del Papa y los antitodo. Por Castilla Unida

Los calores estivales no propician precisamente las ganas de escribir pero haré un esfuerzo hoy para hablar de lo que todo el mundo ha hablado esta semana, la visita del Papa.

Ya sabéis que en este blog somos paganos, pero respetamos a los que profesan otra religión, particularmente la Católica, que es la mayoritaria en España guste o no y que es base de nuestra Cultura e Historia. A mi entender esta semana se ha retratado todo el mundo. Los católicos han hecho lo que tenían que hacer, que es agasajar a su sumo pontífice y los críticos a autoafirmarse en su ideología de la única manera que saben, combatiendo la del resto. A mí todos esos argumentos del coste de la visita me dan lo mismo. El año pasado Madrid fue la Capital Europea del Movimiento Gay. La ciudad estuvo una semana entera colapsada por este hecho y nadie protestó. Se pusieron casetas en Callao, en el Barrio de Chueca y en la Plaza de España. Durante ese fin de semana se ocupó toda la Gran Vía de Madrid. Se hizo burla y escarnio de los católicos y los católicos se limitaron a no participar en aquella orgía que duró siete días. Que yo recuerde el 15M no se movilizó contra ellos. Nadie acudió a romper las instalaciones en Plaza de España ni a joderles la fiesta. Fiesta que pagamos entre todos, desde la Comunidad de Madrid hasta el Ayuntamiento de la Capital de España. Por contra, los antitodo han salido en esta ocasión para insultar y amenazar a los peregrinos (adolescentes y familias basicamente), romperles los confesionarios en el Parque del Retiro o arrojar preservativos a la cara de un grupo de monjas. Todo ello aplaudido y jaleado por medios de comunicación como El País (diario oficial de la Masonería Española) y Público (diario oficial del PSOE). Si las JMJ hubieran sido de jóvenes musulmanes, ¿se habrian manifestado contra la mutilación genital femenina o masculina (circuncisión) o contra el trato vejatorio que en general reciben las mujeres en el Mundo Islámico?. Claro que no. Porque además el Islám les mola a los antitodo, de la misma manera que les encanta todo aquello que vaya contra la Cultura y la Tradición de las Españas. Porque eso es hoy la izquierda española. Un club de indigentes mentales, que carecen de moral y de principios y que se dejan manipular por todo aquel que les saca del baul de abuelo Cebolleta los viejos demonios del odio a la religión cristiana. La izquierda española es la única en todo el mundo que es antinacional. Aplaude todo aquello que pueda suponer la destrucción de España, por ejemplo los separatismos periféricos, pero luego curiosamente es la que con más rabia niega a nuestra Madre Castilla. La izquierda española se dejó los principios tras el Muro de Berlín y hoy solo le mueve el odio y el rencor. Por eso no piden Nacionalizar la Banca o terminar con los privilegios de partitocracia reinante. Solo les queda la II República, la Guerra Civil, El Franquismo y las camisetas apolilladas de un asesino como Ernesto Che Guevara, que mandó a la fosa común en Santa Clara (Cuba) a más 800 personas de un tiro en la nuca y sin juicio previo.

La izquierda española en resumen, se ha vendido a la Banca, se ha vendido al Sionismo Financiero, que es quien desde la sombra maneja la Globalización y colabora eficazmente en la eliminación sistemática de todas las señas de identidad importantes de España. En este caso el Cristianismo. Ya sabemos que un pueblo sin identidad y que desconoce su Historia, queda expuesto a que otro le imponga la suya y lo maneje a su antojo.
Y volviendo al principio, aquí todos se han retratado esta semana. Los que se han limitado a celebrar la venida del sumo pontífice de la Iglesia Católica, los que no hemos participado pero hemos respetado a los demás. Una Delegación del Gobierno en Madrid que ha dejado literalmente solos a la Policía Nacional frente a los vendedores de odio. Y los que sin ideología y viéndose próximos a ser devorados por las cloacas de la Historia, se han agarrado a su último salvavidas, el Anticlericalismo.


Castilla Unida