El próximo sábado día 4 de septiembre el Movimiento Social Republicano convoca a todo el que desee hacer valer su protesta en contra de la utilización de la guerra como forma de enriquecerse, como forma de explotar y humillar a otros pueblos, y como arma económica.
Desde que en la segunda guerra mundial se hizo reparto de la misma Europa, y se asesinó cobardemente a millones de civiles -a conciencia- en bombardeos como el de Dresde, para eliminar la hegemonía de Europa sobre la tierra y demostrar hasta donde se puede ser inhumano. Quedando impunes criminales que sembraron el dolor y la destrucción en la ya herida Europa, velados por los silencios de los gobiernos que se autoproclamaban democráticos y humanistas.
Desde la existencia del dolor y el horror de Hiroshima, Nagasaki, campos sembrados de muerte para probar nuevas armas de destrucción masiva.
Desde las guerras financiadas y alimentadas en África para poder seguir manteniendo de su lado a los gobiernos corruptos y hacer uso de las riquezas y recursos de los países en cuestión. Creando un fértil campo de seres humanos condenados a la inmigración, es decir, la fábrica de producción de mano de obra barata inmigrante para siempre…Guerrillas en Sudamérica, golpes de estado a golpe de talonario… Afganistán, Irak, Palestina en la que su misma población está siendo exterminada ante el silencio cómplice del mundo. Y la nueva guerra que se otea en el Horizonte: Irán.
Este acto no implica una negación a la defensa legítima de las naciones en caso de ser atacadas. El pueblo Palestino está en su derecho de defenderse ante una invasión y exterminio, Irak, Afganistán, etcétera, tienen el derecho a la legítima defensa, es lícito, y honroso. El uso de la guerra para obtener beneficios económicos, matar por dinero, es la mayor de las vilezas, es una práctica solo llevada a cabo por delincuentes, y gentes sin honor.
Aquí aun hay quien cree en la nobleza a la hora de defenderse, en el derecho a las naciones a ser soberanas, a proteger su identidad y su cultura ante las agresiones que puedan sufrir. El derecho de los pueblos a ser ellos mismos, sin contaminaciones que les anulen o desdibujen.
Aquí condenamos las guerras económicas, los trapicheos del imperio yanqui-sionista y el silencio cómplice del resto de mercaderes que habitan el templo y que parece que solo unos pocos son capaces de arremeter para expulsarles y decir:
¡Por la Libertad de los pueblos!
¡Por la Libertad de Europa!
¡Basta de guerras yanqui-sionistas!
¡Que la sangre europea solo sea derramada para liberarla!
Sábado día 4 de septiembre, a las 17:15, en la Plaza de Moncloa, Madrid, Concentración.
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