sábado, 19 de mayo de 2012

35 años saqueando España.

Todo o casi todo lo que nos han contado hasta ahora sobre la Transición española es falso. El Jefe del Estado Español, el General Francisco Franco, fallecía el 20 de Noviembre de 1975. Más de 3 millones de españoles desfilaron delante de su féretro en agradecimiento por sus casi 40 años al frente del gobierno español. Toda Europa miraba atónita las colas inmensas de españoles que acudían tristes al Palacio Real a ver el cadáver del General. ¿Como podía un pueblo llorar tanto la muerte de su supuesto tirano?. ¿Que méritos había hecho?.
El 20 de Noviembre de 1975, Franco dejaba una España muy diferente a la que había encontrado en 1939. De los escombros de un país arruinado por la guerra y de un Banco de España del cual los socialistas y comunistas habían robado todas las reservas de oro, entregaba una España industrializada (9ª Potencia Mundial). Con una agricultura pujante (la primera de Europa). Siendo socios preferentes de la Comunidad Económica Europea. Teniendo la segunda flota pesquera del mundo. Con un ejército de 3 millones de soldados movilizados. Con una Armada Española que estaba entre las 8 más importantes del mundo. Con toda la cúpula de ETA en la cárcel. Con toda su red eléctrica y de comunicaciones en manos del Estado. Con todos los hidrocarburos (CAMPSA) también propiedad del Estado (el mismo Estado fijaba el precio del gasoil y la gasolina). Con una banca pública muy importante que daba créditos muy bajos a los trabajadores para que compraran sus viviendas y vehículos (Caja Postal de Ahorros y Banco Hipotecario) y con un Estado que fijaba los tipos de interés a la banca privada. Los bancos extranjeros estaban prohibidos. España no reconocía al Estado de Israel y tenía un trato muy cordial con los países musulmanes. Lo que había propiciado que los españoles no sufrieran embargos de crudo, al contrario que el resto de europeos, durante la Guerra Árabe-Israelí de 1967. Los españoles eran básicamente cristianos católicos. La mayoría de ellos íba a misa los domingos y los valores de esta religión inspiraban las leyes del país, así como el código de comportamiento social. La pornografía y las drogas estaban rigurosamente prohibidas. El genial escultor Arno Breker decía en los años ’50 que “los españoles son los últimos hombres con honor de Europa”. Los trabajadores españoles tenían un solo sindicato de inspiración nacional sindicalista que velaba por los derechos laborales. Lo normal entonces era que los españoles se jubilaran en la empresa que les habia contratado en su juventud. El Estado hacía universal la Sanidad. Por primera vez en la Historia de España se reconocía a los trabajadores dos pagas extras (la del 18 de Julio y la de Navidad), se reconocía el derecho a un mes de vacaciones y se implantaba un completo sistema de Pensiones para todos los trabajadores. Hasta 1976, el desempleo fue desconocido en España. Si bién había 1 millón de españoles trabajando fuera del país. En muchas ocasiones, eran las propias empresas las que daban créditos a sus propios trabajadores para adquirir viviendas. El Franquismo construyó más de 3 millones de viviendas de protección oficial desde los años ’60 hasta 1974. La democracia de 1978 jamás ha realizado algo semejante.
España era un país unido aunque diverso. Solo había un partido, el Movimiento y por tanto no existían ningún otro y menos partidos nacionalistas o separatistas. Las regiones solo eran una mera división administrativa en los mapas escolares. No existían autonomías, aunque había ciertos conciertos económicos forales en Álava y Navarra. Los motores económicos de España eran básicamente Vascongadas y Cataluña. Castilla quedaba dividida en dos regiones (Castilla La Vieja y Castilla La Nueva) sin reconocimiento institucional, pero sí identitario (los madrileños, cantabros, riojanos, etc. se sentían plenamente castellanos). Desde los años 50 se publicaban libros en Catalán y Académicos de la Lengua recuperaban una lengua muerta como era entonces el Vascuence o Euskera. La Sección Femenina de Movimiento se encargaba de recuperar, proteger y fomentar el folclore de todas las regiones españolas. A partir de los años 50 comenzaba un éxodo de las zonas rurales del centro del país hacia la periferia, que ya no se detendrá hasta el día de hoy. Pueblos y villas importantes en la Edad Media, quedaban desiertas en amplias zonas de Castilla, León y Aragón. En 1973 el Presidente del Gobierno, Luís Carrero Blanco, se entrevistaba con el Secretario de Estado Norteamericano para informarle que España iba a dotarse de la Bomba Atómica (España tenía ya centrales nucleares como la de Zorita desde 1968). Kissinger expresó su negativa a que España pasara a ser potencia nuclear (“España cuando ha sido importante se ha vuelto peligrosa”, dijo Kissinger). Carrero Blanco advirtió que España tendría la bomba con o sin permiso de Estados Unidos. Meses más tarde la CIA en colaboración con la banda terrorista ETA, asesinaban a Luís Carrero Blanco. Mientras tanto en la Comisión Trilateral y en el Club Bilderber (organizaciones masónicas y sionistas) se planeaba el futuro de España tras la muerte de Franco. Se decidía el establecimiento de un régimen de democracia liberal, implantar una Constitución que garantizara el régimen de economía capitalista y la división de España (regionalización) en territorios autónomos. En 1976 las 100 familias capitalistas que habían estado sometidas al Franquismo (patronal y banca privada), pactaban en secreto con la oposición al Régimen. Acordaban el reparto de la “Tarta Nacional”. Todo ese sector público construído durante 40 años con el esfuerzo de los españoles era troceado y vendido durante los gobiernos de González y Aznar básicamente. Nuestra agricultura y flota pesquera reducidas a la mínima expresión y nuestra industria desmantelada en su totalidad para poder entrar como miembro de la Unión Europea. Nuestro Ejército reducido a la mínima expresión. Aznar liquidaba el Servicio Militar Obligatorio (el pueblo en armas era un logro de la Revolución Francesa) y hoy hasta tiene que vender el Portaaviones Príncipe de Asturias (dicen que está obsoleto. Lo cierto es que los recortes han dejado a la Aramda Española apenas sin dinero). España se retiraba cobárdemente del Sáhara Español en 1975, abandonando a los saharauis a su suerte y siguiendo las órdenes de Estados Unidos a través del nuevo Jefe del Estado, Juan Carlos I Rey de España. Desde entonces el Ejército Español ha estado controlado por Estados Unidos e Israel a través de la OTAN. Organización en la que España entró definitivamente en 1983, tras un pucherazo descarado en el Referéndum de ese mismo año. Durante la última legislatura de Felipe González se legalizaban las empresas de trabajo temporal (claramente inconstitucionales). En 1985 el PSOE legalizaba el Aborto en España, vulnerando la propia Constitución que reconoce el Derecho a la Vida. Aznar alentaba en 1996 la entrada masiva de inmigrantes con tres obejtivos: traer mano de obra barata, liquidar los derechos laborales de los trabajadores españoles y plegarse a las exigencias del Plan Kalergi (Plan que planea suplantar a la población autóctona europea por otra mezclada con africanos y asiáticos). En solo 4 años, entraron en España más de 3 millones de inmigrantes sin que se les exigiera ni tan si quiera un contrato laboral o un certificado de penales. Tendencia que ha seguido durante los gobiernos de Zapatero hasta hoy, cuando tenemos 6 millones reconocidos y 1.200.000 ilegales. De cada 10 euros de la sanidad española, 7 se los comen los inmigrantes. En 1998 la Caja Postal de Ahorros (Argentaria) fue vendida al BBV. Desaparecía así la banca pública española. En 1999 España adoptaba el Euro como moneda y perdía absolutamente toda su soberanía económica y por tanto, también la política. España a partir de la Constitución de 1978 quedaba dividida en autonomías, siguiendo el dictamen de la Trilateral y Bilderberg. La nueva casta política parasitaria ocupaba sus poltronas en el Senado, el Congreso de los Diputados, los 17 parlamentos regionales y los ayuntamientos. León y Castilla pagaban los platos rotos. Mientras el País Vasco o Cataluña eran reconocidas como “nacionalidades históricas”, León y Castilla, territorios que sí habían sido estados independientes durante siglos, desaparecían del mapa. Las comunidades autónomas castellanas eran impuestas por el Congreso de los Diputados por “interés nacional”. Sus estatutos jamás fueron aprobados en referéndum por los castellanos (privilegio que sí tuvieron los catalanes, vascos, navarros, andaluces, etc). Otro tanto sucedió con los leoneses. España quedaba dividida y debilitada y a merced de la banca y las burguesías vasca, catalana y centralista de Madrid. Para colmo, en 1977 se realizó una amnistía política en todo el país, cuya primera consecuencia fue la liberación de más de 300 terroristas de ETA, que inmediatamente pasaron a tomar las armas y a asesinar españoles protegidos por el Estado Francés. Hoy el 70% de los españoles se declara católico, pero no llega al 20% el que acude regularmente a las iglesias los domingos. El Relativismo materialista se ha instalado en el país entero y fruto de ello y de las condicines económicas, la natalidad es la más baja de toda Europa. Ningún gobierno español ha hecho nunca nada para solucionar el gravísimo problema demográfico, salvo traer personas de otros países. Los españoles son un pueblo dividido, ignorante, manipulable y en extinción. El resto ya lo conocéis todos. Podría seguir hablando de muchas más cosas que nos hemos dejado por el camino estos 35 años, como por ejemplo las Universidades Laborales o el Sistema Educativo del Franquismo, pero tampoco quiero deprimiros más. También se podrían matizar ciertos aspectos, pero a grosso modo, esto es lo que ha pasado en España desde la muerte de Franco. Por aquel camino hemos llegado a donde ahora estamos. De aquellos barros proceden estos lodos. Una vez más reiteramos lo que ya dijimos hace unos días. España no necesita un 15M sino un nuevo 2 de Mayo. Visto en Castilla Unida

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