domingo, 22 de abril de 2012

Érase una vez el hambre.

Desde el Sindicato T.N.S. manifestamos que España necesita una organización Nacional socioeconómica que se enfrente con firmeza a este invento del capitalismo que es la democracia, esta estúpida Utopía de hermandad de partidos políticos de tendencias enfrentadas, luchando por el poder ante unas urnas y un parlamentarismo, que no es otra cosa, que una cómoda teoría relativizante de los problemas nacionales y sociales y que ha convertido a la Patria en un mero procedimiento económico-administrativo, donde todo debe resolverse mediante la intervención de leguleyos aplicadores de leyes aprobadas por consensos, tan insensibles como inútiles.

La democracia trata de suavizar con palabras amables y posturas tolerantes lo que descaradamente es una confrontación entre lo natural y lo antinatural y entre lo bueno en general y el interés particular. Creemos que todo esto no debe ser solucionado mediante procedimientos “legales”. Hay que crear nuevas estructuras sociales que acaben de una vez con los enfrentamientos entre españoles y que condenan a unos y a otros a la injusticia y a la esclavitud.

Creemos en un Estado que cumpla con la función de ordenar a la Nación mediante la justicia. Si el Estado es capaz de crear leyes que sancionen los robos y las agresiones, también tendrá que crear códigos que sancionen a los que atenten contra el Estado mediante separatismos o los que atenten contra las personas y familias mediante la explotación laboral que lleva a la desesperación y a la miseria, con el “consuelo” de dejarnos elegir cada cuatro años a nuestro propio tirano.

No podemos tolerar que las actividades laborales sean un mercado donde los seres humanos vendan su esfuerzo con el capital como único legislador.

Cuando decimos que queremos una Justicia total, íntegra para todos y en todo, dentro de un Estado también íntegro, de todos y en todo, a nadie le debe producir temor si lo definimos como un Estado totalitario basado en la Justicia. Y cuando decimos que todos debemos formar parte de ese Estado basado en el trabajo, tanto de efecto físico como intelectual, y que no se permitirá que nadie viva como un convidado a costa del esfuerzo de los demás, asimismo creemos que nadie debe preocuparse si defendemos un Estado totalitario sindical. Por eso debemos aclarar a los demócratas que no hay que confundir Justicia con legislación. Nosotros tenemos ansias de una Justicia Total al servicio de la persona y si la verdad es atacada con el relativismo democrático, nosotros nos declaramos partidarios de un totalitarismo al servicio de la verdad, y no hay discusión posible, la justicia y la verdad solo lo son desde su totalidad y no pueden someterse a opiniones interesadas y oportunistas.

Las urnas democráticas sólo pueden ser válidas para asuntos no transcendentales y meramente superfluos como los concursos o festivales, es decir en Miss Mundo o en la canción de Eurovisión, por poner ejemplos tan frívolos pero menos golfos que el propio capitalismo. De la Justicia y las virtudes sólo ponemos a Dios como Soberano y a la Patria como beneficiaria.

Para evitar que los hogares españoles sean despojados del pan y de la alegría, los dividendos capitalistas deben ser reducidos, no consintiendo que las democracias con sus mayorías manipuladas creen complejos de inferioridad que sometan a la sociedad al bandolerismo explotador. Para nosotros no es cuestión de una opción u otra, es solo cuestión de personas honradas y las que no lo son, nos da lo mismo que lleven mono de trabajo o chaqueta y corbata.

Las democracias disimulan hipócritamente su ausencia de sentido social, diciéndonos que todo puede arreglarse cómodamente con un cambio de actitud ante las urnas, desentendiéndose de las verdaderas necesidades de las personas y de los anhelos nacionales.

Cuando decimos que la economía debe disciplinarse totalmente como fundamento social al servicio de la persona, nunca faltan las voces de los demócratas diciendo que podemos soliviantar a las masas para que disminuya su rendimiento laboral, arruinando la economía nacional ¡sabrán ellos lo que la Nación!.

Los demócratas, como siempre, mienten, nosotros queremos que todo el que pueda, tenga derecho al trabajo y la obligación de levantar La Nación, pero la Nación somos TODOS y lo legitimo y lo lógico es que si TODOS nos esforzamos también TODOS nos beneficiemos en justa recompensa a nuestra labor ¡Que nadie confunda a España con el sistema financiero ni con la democracia!.

Frente al estado de opinión que representan las democracias con sus poderosos medios de difusión, prensa y propaganda, con los que nos manipulan y provocan temores y enfrentamientos para que una vez divididos acudamos desorientados a las urnas, nosotros proponemos la creación de un Estado de fuerte conciencia social al servicio de TODOS, sin temor a ser influidos por noticias tendenciosas. Si es necesario un sacrificio personal y económico para conquistar un futuro mejor, lo hacemos TODOS para el bien de TODOS, pero nunca para satisfacer a las oligarquías y a las plutocracias. España la formamos TODOS en su totalidad, por lo tanto de TODOS es el esfuerzo y para TODOS el beneficio. Sé que con tanta “totalidad” algunos se pueden encontrar molestos por poner en peligro sus totalitarismos democráticos, pero la Nación, la Patria, el Sindicalismo humano y la Justicia son verdades eternas, por lo tanto son conceptos absolutos que NUNCA deben ser sometidos a sufragio alguno, y no tenemos que mostrar tolerancias comprensivas ante nadie, y mucho menos ante los que son expertos en comprar hábiles desaprensivos para engañar a imbéciles y convencer a los honrados, ofreciéndoles libertad para votar mientras dejan a los hogares españoles sin Pan y sin leña.

Carlos Rodríguez. Jefe Nacional del Sindicato TNS

No hay comentarios:

Publicar un comentario