sábado, 20 de noviembre de 2010

José Antonio Primo de Rivera ¡Presente!

Que todos los pueblos de España, por diversos que sean, se sientan armonizados en una irrevocable unidad de destino.

La razón, la justicia y la Patria serán defendidas por la violencia cuando por la violencia -o por la insidia- se las ataque. Ahora bien, Falange nunca empleará la violencia como instrumento de opresión.

Las derechas, sí, invocan a la Patria, invocan a las tradiciones; pero son insolidarias con el hambre del pueblo, insolidarias con la tristeza de esos campesinos que aquí, en Andalucía, y en Extremadura y en León, siguen viviendo como se vivía hace 500 años, siguen viviendo como desde la creación del mundo viven algunas bestias. Y esto no puede ser así.

El ser derechista, como el ser izquierdista, supone siempre expulsar del alma la mitad de lo que hay que sentir.

España no se justifica por tener una lengua, ni por ser una raza, ni por ser un acervo de costumbres, sino que España se justifica por una vocación imperial para unir lenguas, para unir razas, para unir pueblos y para unir costumbres en un destino universal.

Ojalá encontrara ya en paz el pueblo español, tan rico en buenas cualidades entrañables, la Patria, el Pan y la Justicia.

Ojalá Fuera la mía la última sangre española que se vertiera en discordias civiles.


José Antonio Primo de Rivera.

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