lunes, 18 de octubre de 2010

El fracaso de una utopía.

Un libro estremecedor que narra el carácter demencial de las dictaduras comunistas en la URSS, China y Camboya, que condujeron al exterminio de docenas de millones de seres humanos.

El siglo XX ha sido el siglo más sangriento de la historia. Se abre con la Primera Guerra Mundial y el genocidio de los armenios y se cierra con el genocidio de Ruanda. El mayor responsable de muertes ha sido la ideología comunista, que todavía gobierna numerosos países pese a su fracaso: prometía la felicidad en el mundo y sólo ha construido el infierno.

En El fracaso de una utopía, Fernando Paz expone los tres países donde los comunistas mataron hasta empapar la tierra de sangre: la Unión Soviética, China y Camboya.

La URSS, "faro de la humanidad progresista", es el modelo que copiaron los comunistas de todo el mundo. El Che Guevara, por ejemplo, firmaba Stalin 2. La NKVD, antecedente de la KGB, exportó técnicos en tortura a España, Polonia, Rumanía, Cuba, Afganistán. A lo largo de setenta años, los bolcheviques construyeron un sistema de aniquilación del disidente y del camarada. A fin de controlar a toda la sociedad, el comunismo empleó a los hijos de sus súbditos como espías. El capítulo más estremecedor del libro es el dedicado al canibalismo, que abundó en los primeros 30 años del régimen: durante la guerra civil, en la hambruna causada por el Gobierno en Ucrania en los años 30 y en Leningrado en 1942, a cuyos habitantes Stalin se negó a evacuar y a alimentar; para los enemigos de clase internados en el GULAG la ingesta de la carne de otros presos era la única manera de arañar unos días a la muerte.

Entre 1949 y 1976, China estuvo sometida a Mao Zedong, un personaje que fue capaz de aterrorizar a los soviéticos que habían sobrevivido a Stalin con sus planes para causar una tercera guerra mundial y derrotar al imperialismo. El Gran Salto Adelante (1958-1961) ocasionó la mayor hambruna de la historia. Entre las locuras de Mao Zedong destacan sus campañas para la caza de moscas, gorriones y perros.

Pero donde la aberración y el genocidio alcanzaron las mayores marcas fue en la pequeña y pobre Camboya. Pol Pot convirtió su país en un manicomio dirigido por los locos armados. Se mataba a gente que llevaba gafas o hablaba francés, y se empleaban palos para ahorrar balas.

EL FRACASO DE UNA UTOPÍA
Fernando Paz
Ediciones Áltera.

Precio: 22€

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