jueves, 18 de marzo de 2010

La deriva de la economía española.

No es despilfarro. El dinero público no se desvanece ni se va por las alcantarillas. Se lo ingresan en sus cuentas corrientes. El gobierno y sus amigos, como una auténtica mafia cruel y despiadada, que se ha hecho con el presupuesto, se enriquecen a costa de empobrecer a las clases medias.

Van camino de cerrar los hospitales mientras ellos incrementan su saqueo del sufrido contribuyente.
El Ministerio de Sanidad busca desesperadamente 2.000 millones de euros para evitar la bancarrotta del Sistema Nacional de Salud. Las autonomías avisan: no pagarán, tras el verano, a proveedores ni a farmacias.

Mientras tanto, dedicamos más de 5.000 millones de euros a financiar tiranos, 101 millones de euros a la Cuba de Fidel Castro y familia en los últimos años, y se va a condonar una deuda de 1.500 millones de euros. Al igual que una condonación, de unos 85 millones de dólares a la Bolivia de Evo Morales.

Otros 5.000 millones de euros se van cada año en subvenciones a cuatro que se forran con las renovables, además se va a incrementar esas subvenciones en otros 16.000 millones de euros.

Tampoco falta dinero para los cineastas, la SGAE y la pensión de su presidente Teddy Bautista.

La Universidad Complutense, anuncia que después de Semana Santa no podrá pagar la factura de la luz.

La subida del IVA, nos hará más pobres. Se perderá un punto del Producto Interior Bruto (PIB). Se incrementará el paro y la economía sumergida o de subsistencia. Se pide a la Agencia Tributaria que funcione como una mafia y a sus inspectores como chacales porque hay que conseguir dinero como sea.

UGT y CCOO, han recaudado 250 millones de euros con los ERE de las empresas.

Desde el año 1978, en el que se crearon el Estado de las Autonomías, lo que queda de España, o mejor llamado Expaña. Se ha convertido en 17 taifas, en 17 rediles donde ninguna de ellas dará al Estado parte de sus competencias y mucho menos perder poder autonómico. Expaña se ha convertido en 17 presidentes autonómicos, presidentes de diputaciones, con sus ministrillos, consejerías, diputaciones, cientos de funcionariados públicos, consejeros, secretarios, televisiones y radios autonómicas, policias autonómicas y el gasto multiplicado por 17. Que país puede soportar tal cantidad de despilfarro.

Los impuestos son de nosotros, las subvenciones para los amiguetes del gobierno.

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