A continuación les mostramos un interesante artículo de lo que hay detrás del Facebook, supongo que lo mismo será en Tuenti, Twitter y demás gilipolleces llamadas redes sociales. Una absurdez en la que el objetivo es tener miles de "amigos", poner tus fotos y demás datos personales.
La sociedad se horrorizaría y escandalizaría si la polícia nos llamase a cada uno de nosotros y les tuviesemos que dar información y fotografías de nuestra vida, amigos y familiares, seguramente nos negaríamos.
Pero surgen estos medios y encima los llaman redes sociales, y si no estás en ellas eres un don nadie, no estas a la última y no tendrás amigos, así es como nos lo venden.
Esto es un ejemplo más de la sociedad en la que vivimos, una sociedad anestesiada en el gilipollismo, en las videoconsolas, borreguil hasta límites insospechados y en la falta de comunicación.
140.000.000 usuarios en todo el mundo tiene Facebook. Y sigue en aumento cada día. Pero éste no es el problema. El problema —es lo que denuncia este vídeo— es, por ejemplo, una cláusula como ésta (una de esas cosas en letra pequeña que uno nunca lee …, pero firma siempre; si no, no entras): “Usted cede a Facebook la propiedad exclusiva y perpetua de todos los datos que le sean comunicados”.
“¡Qué horror —se dirá probablemente usted—. Ahora mismo me borro de Facebook. ¿Qué es, además, esta gilipollez de ir chismorreando entre todos como si esto fuera un inmenso (pero virtual) patio de vecinos? Por no hablar del uso fraudulento que pueden hacer de mis confidencialidades. Ya ha habido casos de problemas laborales por informaciones extraídas de Facebook.”
¿Se dice usted eso? ¿De verdad cree que cerrando su cuenta van a desaparecer todos sus datos? ¡Ay, lo sentimos, pero tenemos el deber de decirle que es usted un poquitín ingenuo! Sus datos van a permanecer en Facebook hasta el fin de los tiempos. O hasta que ellos quieran. Cancelar una cuenta no significa en absoluto recuperar la privacidad de sus datos. Todo se queda en la guarida del lobo.
Gran Hermano es mucho más poderoso y astuto de lo que se imaginaba Orwell.
Pasen y vean.
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