El bilbaíno Miguel de Unamuno es una de las personalidades más destacadas de la literatura española del siglo XX. Nació en Bilbao en 1864, falleció en Madrid en 1936.En Madrid cursa la carrera de Filosofía y Letras y después de varios fracasos, ganó en 1891 la cátedra de Griego en la Universidad de Salamanca, donde vivó casi toda su vida. En 1901 sería elegido rector de esa Universidad.
Tuvo una amplísima cultura antigua y moderna, filológica, literaria y filosófica. Fue un gran crítico de los distintos regímenes políticos en los que vivió.
Unamuno fue siempre un hombre inquieto y rebelde, paradójico y contradictorio, ferozmente individualista, siempre rindiendo culto a su propia personalidad. Luchador contra todo, en guerra consigo mismo, en continua tensión, no encontró nunca la paz, acosado de dudas religiosas y existenciales. Su vida estaba presidida por una intensa actividad intelectual, de incesante lucha consigo mismo.
Ante las fuerzas de Franco su actitud inicial fue cambiante. Sin embargo su postura definitiva ante las fuerzas de Franco (con la famosa frase: "Venceréis pero no convenceréis") le valió ser destituido y confinado en su domicilio, donde murió el último día de 1936.
El día 26 de septiembre de 1936 don Miguel de Unamuno, en nombre de la Universidad de Salamanca, firma una proclama de protesta contra las atrocidades que se atribuyan a aquellos republicanos que pretendían exterminar a sus adversarios antes que ganar la guerra.
Siendo célebre el altercado de Miguel de Unamuno con el General Millán-Astray, el 12 de octubre de 1936 en el paraninfo de la Universidad de Salamanca al que habían asistido diversas personalidades con motivo de la celebración del Día de la Raza. En el que el General Millán-Astray, exclamó: ¡Viva la muerte!¡Muera la inteligencia!
Sacado de su obra "Niebla"
¡Pues sí, soy español, español de nacimiento, de educación, de cuerpo, de espíritu, de lengua y hasta de profesión y oficio; español sobre todo y ante todo, y el españolismo es mi religión, y el cielo en que quiero creer es una España celestial y eterna, y mi Dios un Dios, el de Nuestro Señor Don Quijote, un dios que piensa en español y en español dijo: ¡sea la luz!, y su verbo fue verbo español…!
Miguel de Unamuno
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