viernes, 4 de febrero de 2011

El Estado duplica el precio real de la gasolina.

La subida de impuestos sobre la gasolina en España ha llevado al litro de combustible a alcanzar los 1,285 euros, lo que supuso el pasado 20 de enero un incremento del 1,6% en apenas una semana y un récord histórico.

De hecho, en la actualidad, más del 50% del precio de la gasolina son impuestos que ingresa íntegramente el Estado. Por eso es un error pensar que con la última subida del precio de los carburantes son las petroleras las principales beneficiadas del encarecimiento de la gasolina. Lo que ocurre es que la presión fiscal se ha convertido en un factor decisivo en el precio final del producto.


Lo que llama la atención es que, aunque el precio del barril Brent superó los 98 dólares por barril el pasado enero -casi 50 dólares menos que a mediados de 2008-, el precio de la gasolina es hoy ligeramente superior al de entonces. Esta situación tiene dos explicaciones: por un lado, el aumento de la presión fiscal y, por otro, la relación del tipo de cambio euro/dólar.


En concreto, el Gobierno ha aplicado tres subidas fiscales importantes en los últimos dos años:

1) 13 de junio de 2009: el Gobierno sube los tipos impositivos de los Impuestos Especiales y el Impuesto de Hidrocarburos en 2,9 céntimos por litro para la gasolina, con y sin plomo, y el gasóleo para automoción. A esta cantidad se le aplicó el 16 % de IVA (en total, aumento de 3,4 cts €/litro).

2) 1 de julio de 2010: incremento del tipo general de IVA, que pasa a ser del 18%.

3) 1 de enero de 2011: otra nueva subida, en este caso del tramo autonómico (Impuesto especial sobre ventas minoristas), repercute sobre el precio de la gasolina en Andalucía, Extremadura y Murcia. A este impuesto se le conoce también como el "céntimo sanitario" porque afecta a la cobertura de los gastos en materia de sanidad y las Comunidades Autónomas lo usan como fuente de financiación.

Los estadounidenses pagan la mitad por llenar el depósito.

El precio medio de la gasolina en EEUU es de 2,75 dólares el galón (3,79 litros), mientras que la carga impositiva alcanza un promedio de 12 céntimos/litro para la gasolina y de 13,4 céntimos para el gasoil. Es decir, los consumidores estadounidenses llenan sus depósitos aproximadamente a la mitad de precio que en España.

Los combustibles son hoy más caros que en 2008 debido a las subidas fiscales aprobadas desde entonces por el Gobierno.

De hecho, el Estado podría abaratar hasta en un 50% el precio de la gasolina si eliminara los impuestos que gravan este producto esencial, tanto para el día a día del individuo de a pie como para la actividad económica de todo un país. Bajar el precio de la gasolina no es algo imposible: el Gobierno tan sólo tendría que reducir su fiscalidad.

Extraído de Libertad Digital

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