viernes, 17 de diciembre de 2010

Pedro Varela encarcelado por los criminales antifascistas.

Los 100 millones de víctimas mortales del comunismo permanecen impunes. Los 13 millones de civiles y prisioneros alemanes exterminados por los aliados angloamericanos y soviéticos permanecen impunes. El Plan Dalet de deportación del pueblo palestino a manos del Estado sionista de Israel permanece también impune. Hiroshima, Dresde, Palestina, Kolymá, nombres simbólicos de inmensos genocidios, crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad, siguen ahí esperando justicia.

No obstante, quienes han perpetrado o, como poco, quienes han consentido o no han movido ni un dedo para juzgar dichas atrocidades y son así, por activa y por pasiva, cómplices de las mayores monstruosidades que la historia recuerda, se atreven a privar de libertad a alguien por expresar sus ideas o las de otros. Unas ideas que pueden discutirse, que cabe compartir o no, que, en ocasiones, antójanse harto cuestionables, pero que, en cualquier caso, no merecen que se utilice contra ellas -habiendo repito, como hay, tanta criminalidad política de dimensiones cósmicas pendiente de juicio-, el derecho penal, es decir, el arma más poderosa con que una sociedad castiga a sus delincuentes.

Por ello, los que hoy encarcelan a Pedro Varela se han convertido, ellos mismos, en delincuentes y algún día deberán ser a su vez encarcelados. No duden que les llegará su hora. La verdad no puede aguardar más.

Extraído nacional-revolucionario.blogspot.com

No hay comentarios:

Publicar un comentario